Katherine Castillo: la arquitecta de la Universidad de Chile que co-creó a Fiu

por Carmen Gloria MoragaDic 7, 2023

Después de un proceso de investigación, en el que concluyó que el pájaro siete colores es una de las especies más hermosas y representativas de la fauna chilena, la arquitecta le propuso a su equipo creativo que esta ave fuera el emblema de los Juegos Panamericanos. “No me esperaba tanta conmoción, sabía que iba a ser importante, porque era la mascota de Santiago 2023, pero no imaginé que se iba a generar este nivel de fanatismo”, comentó a Alumni UChile.

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Primero su colorido y voluptuoso cuerpo apareció ilustrado en la tarjeta bip, después crearon peluches, tazones, poleras, y otros artículos con su imagen, luego algunos fanáticos se atrevieron a tatuarlo en su piel y recientemente salió la versión navideña que ha sido éxito de ventas. Bastaron solo unas semanas para que Fiu, la mascota oficial de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, se robara el corazón de miles de personas y se convirtiera en el protagonista indiscutido de esta importante cita deportiva.

Cuando Katherine Castillo, arquitecta de la Universidad de Chile y dueña de la agencia Luxarq, participó en pleno 2021 en el concurso que realizaron los organizadores de Santiago 2023 para escoger al emblema de este evento internacional, no imaginó que el pájaro siete colores -propuesta que ideó junto al diseñador gráfico Eduardo Cortés- sería el favorito del público y mucho menos que su popularidad se transformaría en un fenómeno digno de análisis que transciende edades y fronteras.

“No tenía mucha esperanza de ganarme la licitación, porque mi agencia es chica, y pensé seguro van a participar otras más consolidadas”, afirmó. Para su sorpresa, el carismático Fiu, cuyos colores representan la fuerza, constancia, respeto, determinación, compañerismo y pasión, ganó el concurso en una histórica votación, en la que participaron 45 mil personas de América.

Me llamaron y nos citaron a una reunión al otro día. No lo podíamos creer, decíamos será verdad. Fue increíble, pero ahí empezó un torbellino, porque en las bases decían que teníamos que entregar en siete días los videos, las animaciones. Y era imposible. Yo hice una jugada empresarial, no había firmado contrato, entonces no me podían obligar a empezar, porque tenía al menos 13 días para revisarlo con mi abogado, ahí ganamos unos días. El primer mes fue trabajar día y noche, con Eduardo nos reuníamos cada diez minutos para entrevistar a animadores. Empezamos a buscar como locos, hasta llegué a alguien que trabaja en Netflix, pero no podía hacerlo, porque era muy lento para animar y no alcanzaba en el plazo que teníamos. Al final encontramos a alguien que tenía una productora. También nos ayudó una agencia y dos personas de la Cooperativa de Narrativa y Gráfica Chilena (CNGC). Fueron tres meses de trabajo. Hicimos una base para corpóreo, y casi todas las figuras de Fiu, yo he visto una que otra distinta a las que entregamos”, precisó.

El trabajo fue arduo, pero valió la pena, porque Fiu generó una conexión tan grande y genuina con la gente, que en redes sociales abundan mensajes llenos de cariño hacía esta estrella. “Gracias por alegrarme la vida”, “Hoy te abracé y fui muy feliz”, “Me has dado la energía que me faltaba para terminar el año” son algunos de los comentarios que han escrito los fanáticos.

“La cuenta de Fiu tenía como 5 mil seguidores en Instagram antes de empezar los Panamericanos, entonces como que no había prendido mucho, pero después cada día empezó a sumar más, hasta ahora que tiene cien mil seguidores. No me esperaba tanta conmoción, sabía que iba a ser importante, porque era la mascota de Santiago 2023, pero no imaginé que se iba a generar este nivel de fanatismo”, señaló.

Su sobrino de seis años también es fanático de Fiu. Como sabe que su tía le dio vida a esta tierna mascota, le pide que lo contrate como dibujante.

El 24 de noviembre la Comisión de las Culturas y las Artes le entregó un reconocimiento a Katherine y Eduardo por su tremenda labor de crear una mascota que ha hecho historia y que ha unido a la gente. “Fue sorpresivo, porque Santiago 2023 nunca nos mencionó en ninguna parte, ni a la agencia ni a nosotros dos. Este fue el reconocimiento que quizás se debería haber hecho antes en la Comisión de las Artes, aunque yo entiendo que Santiago 2023 no mencionaran a los creadores porque Fiu tenía que brillar, no quien lo hubiera creado, nosotros estamos tras bambalinas”, manifestó.

 

Pájaro siete colores, un emblema de la fauna chilena

 

Katherine empezó a hacer cómics a los cuatro años. Durante su niñez y adolescencia se dio cuenta que el dibujo era su pasión y que tenía talento para este arte.  Dos premios que ganó, uno a los diez en un concurso de afiche y otro a los 15 en uno de historias, le ayudaron a confirmarlo.

Cuando terminó la enseñanza media ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Arquitectura y dejó de lado el dibujo por varios años. En 2009 egresó de la Casa de Bello y comenzó a trabajar en una oficina que se dedica a hacer parques y plazas para Minvu en todo Chile. Luego se incorporó al área de estudio y propuestas de una constructora. Allí estuvo cuatro años. De forma paralela, trabajó en proyectos de vivienda social.

En 2014 creó su constructora llamada Luxarq. Cuatro años más tarde, retomó el dibujo. “A mí siempre me había gustado esto, pero yo no sabía que tanto se hacía en Chile, porque hay poco campo. Entonces, vi en las noticias que el cortometraje “Historia de un Oso” se había ganado un Oscar y dije por qué yo no estoy haciendo esto. Como hacer animaciones es muy complicado, me puse a dibujar comics al otro día, me compré una tableta y empecé a investigar cómo se hacen en digital, porque los trabajos que hago son para unas plataformas, se entregan en línea. Hice varios cursos y estuve un tiempo dibujando como hobby. En 2020, le agregué a mi empresa el giro de agencia y productora. Y a partir de ese momento trabajo con equipos por proyecto”, expresó.

A mediados de 2021, la arquitecta se enteró del concurso que estaban realizando para elegir a la mascota de los Juegos Panamericanos, porque en el chat de la Cooperativa de Narrativa y Gráfica Chilena (CNGC) alguien compartió la licitación. Un grupo de integrantes preguntó si a alguna agencia le interesaba participar, ya que no se podía postular como persona natural. A Katherine le pareció que era una buena oportunidad y comentó que tenía una empresa y que iba a trabajar en una propuesta. Luego, invitó a los miembros a sumarse al proyecto. Finalmente, se inscribieron dos personas: Eduardo Cortés y Salomón. Este último participó solo en la primera parte de la iniciativa.

“Ahí me puse a investigar. Justo estaba estudiando en una academia llamada Her Global Impact, que la formó una profesora que había estudiado en Silicon Valley. También tenían un chat y pregunté con qué asociaban a Chile, porque había varias chicas extranjeras. Una de ellas me habló sobre la biodiversidad, que Chile tenía mucha vegetación, que le había impresionado eso. Entonces, me acordé de una amiga que es experta en humedales y le pregunté cuáles son los pájaros más bonitos o representativos de Chile. Y me dijo tres: el siete colores, el trile y el pájaro trabajador. Los otros chicos también hicieron su pega de buscar información. Y cuando presentamos las propuestas a Eduardo también le gustó el siete colores, porque lo había visto en una fotografía que sacó su hermano. Y el otro chico propuso unos perros que estaban extintos y unos pájaros. Ese día en la reunión Eduardo me dijo dibuja tú al siete colores, yo le respondí, no mejor dibújalo tú, porque él me había mostrado algunas cosas que había hecho y me habían gustado”, relató.

Cada uno dibujó dos mascotas, todas debían tener una historia de por qué sería la embajadora de los Juegos Panamericanos. Luego, entre ellos eligieron a tres. Posteriormente, crearon un grupo cerrado con miembros de CNGC y realizaron una nueva votación. Como era de esperar Fiu cautivó a los integrantes y se convirtió en el ganador. La arquitecta también escogió a la icónica ave de 10 centímetros que habita las zonas húmedas de las regiones entre Atacama y Aysén, porque ayudaría a promover el cuidado del medio ambiente. Además, creía que los tonos de su pelaje eran un plus, ya que se parecían mucho a la paleta de colores del logo de Santiago 2023.

 

Katherine a aparte de proponer al ave multicolor como mascota, dirigió los videos de animación, trabajó en la personalidad de Fiu, y realizó diversas poses del ave:  de disciplinas deportivas, en su vida cotidiana, promoviendo el cuidado del medio ambiente y festejando.

 

 

Nuevos proyectos

 

En 2020, la arquitecta lanzó su comic “Me enamoré de un Dios indígena” y lo subió a la plataforma webtoons, donde suma más de 18 visualizaciones. Al proyecto le ha ido tan bien, que Katherine condensó los 100 capítulos en un guion de serie de 10 episodios y postuló este año la iniciativa a un Fondart

“Toma elementos que no se conocen mucho de los dioses mapuches, las serpientes, la leyenda de Kai Kai y Tren Tren, etc. Se basa en tres libros que hablan de estos temas, que me recomendó mi cuñada que es mapuche. Es una historia de amor”, precisó.

La mascota de Santiago 2023, no es el único proyecto que la atacameña ha realizado sobre aves. En 2022, empezó a trabajar en una serie de siete capítulos para niños sobre un pájaro que es rescatado del humedal del Valle de Elqui. También postuló este material a un fondart para hacer el guion.

 

 

Sello UChile

 

La egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo recuerda con cariño su paso por la Universidad de Chile, sobre todo el periodo en el que realizó un intercambio en México en 2008.

“Hice hartos amigos, que todavía los conservo. La oportunidad que tuve de intercambio me ayudó a desenvolverme, porque yo allá aparte de estudiar trabajé, y realicé mi tesis sobre ecoturismo, basado en la infraestructura y sustentabilidad de México. Los profesores también me enseñaron a gestionar, eso me sirvió para mi título, que lo hice sobre el cultivo de algas, ahí conversé con investigadores súper distinguidos y después CONAF lo tomó como base para centros de cultivos. Estas herramientas, de saber a quién buscar, cuándo y dónde son súper importantes para la vida profesional”, concluyó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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