El problema de la crisis habitacional en Chile ha alcanzado números exorbitantes durante los últimos años y se ha transformado en uno de los problemas más relevantes en la vida de chilenas y chilenos. Es más, según la última encuesta Casen, un 6,5 por ciento de las viviendas en Chile presenta algún grado de hacinamiento, cifra que llega a un 8,1 por ciento en la Región Metropolitana.
En este contexto, la geógrafa egresada de la Universidad de Chile y coordinadora de Investigaciones territoriales en el Centro de Estudios Socioterritoriales (CES) de Techo, Florencia Vergara, relata su preocupación ante este fenómeno y su trabajo asociado a las dificultades para acceder a una vivienda adecuada en nuestro país.
En base al análisis que entrega la alumni de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), el problema «requiere realizar acciones desde distintos flancos, hacer grandes esfuerzos y articular distintas visiones. Es necesario ir generando cambios en las políticas habitacionales que posibiliten que el Estado juegue un rol más activo y se involucre en la oferta de vivienda».
Según los datos entregados por Florencia, actualmente en Chile hay un déficit habitacional de 519.756 viviendas y unos 81.643 hogares actualmente viven en campamentos. «Esto resulta preocupante, ya que contar con una vivienda adecuada representa una necesidad humana esencial. A través de mi trabajo, busco en primer lugar visibilizar esta problemática y entender sus causas, pero también buscar soluciones”, manifiesta la egresada U. de Chile.
Pese a lo anterior, Florencia cree que no existe una única reparación u organismo responsable para solucionar este problema que es sistémico y se ha transformado en un círculo vicioso. «En el ámbito de la vivienda, se ha producido un proceso de mercantilización. La vivienda no es solo para vivir, sino que sirve también como inversión. Hoy en día, las personas que no pueden acceder a viviendas a través del mercado tienen que optar a subsidios a la demanda que proporciona el Estado, que no son suficientes y tampoco garantizan el acceso a una vivienda adecuada. El problema entonces es que muchas familias no cuentan con los recursos para autosatisfacer su necesidad de vivienda, pero tampoco pueden acceder a una solución del Estado, lo que las empuja a soluciones habitacionales autogestionadas, como los campamentos u otras como el arriendo informal», comenta.
Esperanza en la nueva Constitución
Dado que Florencia ha dedicado muchos años de trabajo a los temas de vivienda, su conclusión es que la solución a este problema va más allá de iniciativas particulares, sino que de medidas estructurales. Con eso en consideración, y dentro de «un proceso de constante cuestionamiento y de reflexión» desarrollado desde su paso por la Universidad, indica que para solucionar esta crisis habitacional es necesario «entender las causas estructurales que dificultan el acceso. Se deben buscar mecanismos concretos que sirvan para contrarrestarlas».
Una de las posibles instancias que la geógrafa de la FAU ve como una posibilidad es la nueva Constitución, ya que -según comenta- “en Chile, el derecho a la vivienda no tiene reconocimiento constitucional ni tampoco a nivel legal, y esta es una deuda pendiente que tenemos a nivel de derechos humanos. Por lo mismo, es sumamente importante que se reconozca el derecho a una vivienda digna y adecuada, y que se le entreguen mandatos específicos a los poderes públicos para que este derecho se pueda hacer efectivo. Esto permitiría imaginar otros paradigmas y herramientas para enfrentar la crisis de la vivienda, que con el actual marco jurídico son muy difíciles de implementar”.
Florencia Vergara es parte de la red de egresadas y egresados de la Comunidad Alumni de la Universidad de Chile. Para conocer más de esta nueva Unidad y registrarte aquí alumni.uchile.cl.