La destacada actriz egresada de la Casa de Bello conversó con Alumni UChile sobre la época dorada de las teleseries nacionales, el cierre del área dramática de TVN, la brecha salarial que hay en la industria y de su monólogo “Amanda Labarca”, que presentará en marzo en la conmemoración del 8M. “En los años 90′ logramos introducir temas que nunca habían sido tratados como el VIH, los grupos marginados de la sociedad como los gitanos, las relaciones homosexuales, la adopción de parejas homoparentales, muchos temas que entraron en la discusión y en la familia desde la televisión”, señaló.
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Ni los prejuicios que existían sobre la actuación en la década de los 80, ni la drástica decisión que tomó su padre de echarla de la casa cuando se enteró que se matriculó en Teatro, ni los obstáculos que tuvo que afrontar al estudiar una carrera artística en plena dictadura, impidieron que Ximena Rivas se convirtiera en una reconocida y versátil actriz que deslumbra con sus personajes.
Gracias a su gran talento, la intérprete se incorporó al mundo de las tablas antes de egresar de la Universidad de Chile. En 1982, mientras cursaba tercer año de la carrera, el director Willy Semler la invitó a trabajar en el Teatro Nacional en la obra “El abanderado”.
“Era un época muy dura, confrontante, anti creativa total. A mí no me pasaron los mayores maestros, porque eran rusos, los tuve que estudiar después afuera. Fue un aprendizaje por resistencia y desde ahí también logré muchas cosas como formar vínculos creativos con mis maestros como Alicia Vega y Fernando González, que todavía quedaban como profesores, porque todos los otros estaban exiliados, como hacerte espacio, tener valentía para hacer propuestas creativas de un personaje. Pienso que si no hubiera vivido en esa época no la tendría, porque hoy las nuevas generaciones sienten mucho temor de proponer cosas donde tú te estás arriesgando, en una propuesta, en una forma de hablar, en contenido”, afirmó.
En 1986, la actriz empezó a hacer Teatro Callejero junto al destacado dramaturgo Andrés Pérez. Dos años más tarde, participó en una de las obras chilenas más importantes: “La Negra Ester”. En el montaje interpretó entre otros personajes a Violeta Parra.
“Fue una caracterización que buscó mimetizarse con una familia, con una forma de relacionarse en base a Roberto Parra, quien contaba la historia protagónica en la Negra Ester. Se trabajó la imagen, tenía que verme parecida y cantar la canción ‘La jardinera’”, señaló.
Época dorada de las teleseries: “introducimos temas que nunca habían sido tratados”
Después de trabajar diez años en teatro, Ximena Rivas debutó en 1995 en la pantalla chica con el personaje Felicita Bonita de la teleserie Estúpido cupido. El director Vicente Sabatini, fue quien la descubrió e invitó a unirse al área dramática de TVN.
La actriz tuvo la fortuna de ser parte de la etapa dorada de las telenovelas del canal nacional, que en aquella época se caracterizaban por ser éxito de rating y retratar parte de la cultura de nuestro país. En este período de apogeo la intérprete le dio vida a personajes icónicos que permanecen en la memoria colectiva como Eva Félix de Tic Tac, teleserie que está completa en YouTube.
“En el guion original eran dos ladrones de poca monta muy realistas. Grabamos un par de semanas y nos pareció muy aburrido y con Bastián (Bodenhöfer) dijimos veamos desde donde le podemos sacar partido y empezamos a improvisar fuera de la grabación, a probar modos de hablar, modos de relacionarnos y ahí empezó a surgir esto del cómic, de trabajar en bloques de hacerlo más divertido desde un punto de vista de caracterización física. Se lo planteamos a la Quena Rencoret, nos dijo que estábamos locos que eso no se sostenía, porque era una teleserie realista y finalmente dijimos ‘grabemos un poco y vamos viendo’ y ahí fue ganando el estilo y todos empezaron a trabajar desde este lugar y se transformó en una teleserie de culto”, explicó.
La Poncia de Aquelarre fue otro de los personajes entrañables que encarnó la actriz. Han pasado 25 años desde que esta teleserie salió a la luz y la gente todavía recuerda a esta mujer campesina que siempre hablaba con rimas y que mantenía en secreto la paternidad de su hija Jorgita.
“A mí no me gusta hacerme a mí misma en los personajes, sino hacer alguna caracterización vocal, física, buscar formas de hablar, por eso, yo creo que me ha sido más difícil sostenerme en televisión en los últimos años, porque hoy en tv se apela mucho a representarse a sí mismo, no hay grandes caracterizaciones como era en esta época de los 90, nosotros cambiábamos. Además, logramos introducir temas que nunca habían sido tratados como el VIH, los grupos marginados de la sociedad como los gitanos, las relaciones homosexuales, la adopción de parejas homoparentales, muchos temas que entraron en la discusión y en la familia desde las teleseries. Creo que la televisión es un elemento alucinante de educación que si está bien usado produce cambios”, indicó.
Cierre del área dramática de TVN
Ximena Rivas no solo vivió de cerca el auge de las teleseries de TVN, también fue testigo de la profunda crisis en la que entró el canal estatal que provocó el cierre del área dramática en 2019.
“Las teleseries empezaron a tener problemas de financiamiento, comenzaron a aparecer áreas alternativas de streaming, la gente empezó a buscar sus contenidos de otra manera, la audiencia bajó y siento que la televisión no estuvo al día en renovar lenguajes, probar nuevas formas, y empezaron a descabezar a los jefes, el área dramática rápidamente cayó y no hubo más producción nacional. Esperábamos muy confiados que este Gobierno más pro cultura le diera espacio, pero tampoco ha sido así, creo que ya el tiempo se les acaba para poder nuevamente reactivar un área dramática en el canal nacional. Creo que en la medida en que no logremos una política cultural de Estado entrar realmente en la mantención de estamentos culturales que eduquen a la gente para darle más herramientas, más pensamiento crítico, eso va a ser un debe y no creo que sea rápido ese proceso”, aseguró.
Brecha salarial
Durante la grabación de la exitosa teleserie nocturna “Perdona nuestros pecados”– que transmitió Mega en 2018- Ximena Rivas demostró que es una mujer valiente y fiel a sus ideales. En la última etapa de la producción audiovisual, la actriz se enteró que su co-protagonista masculino ganaba casi 10 veces más que ella. En lugar de quedarse callada, pidió un aumento de sueldo para tratar de equiparar la cancha, pero no aceptaron, por lo que la intérprete decidió abandonar la telenovela e instalar a nivel país el tema de la brecha salarial, que afecta a cientos de personas en Chile. Después de alzar la voz, el canal no la volvió a llamar. Fue el costo que pagó por sacar a la luz esta injusticia que se ha perpetuado por años.
“Logramos cambios que fueron muy importantes de poner máximos y mínimos, no solo para los actores, yo siempre he dicho que los actores tenemos sueldos privilegiados dentro de un entorno habitual de lo que gana un chileno, pero era muy fuerte la diferencia con los equipos técnicos, todavía por supuesto queda mucho por hacer. También se abrió la discusión para que alguien sepa lo que gana una persona con tu misma formación profesional en un mismo trabajo, todos estos lugares donde no se habla de plata solamente han ayudado a acentuar la brecha salarial”, destacó.
Debut en la pantalla grande
La reconocida actriz también ha hecho carrera en el cine de la mano de producciones emblemáticas como el Chacotero sentimental (1999), largometraje que se posiciona como una de las películas nacionales más vistas. En la cinta, dividida en tres historias, la intérprete encarna a una joven arquitecta que descubre la relación incestuosa que había entre su hermana mayor y su padre, de la cual nacieron sus dos sobrinos.
“Tuvo mucho impacto esta película, fueron las primeras cintas que se hicieron cuando todavía no nos conformábamos como industria. En casi todas las películas de esa época no se atrevían todavía a hacer un guion de 90 minutos o de una hora y media. Entonces, se hacían estas películas de tres historias, lo que facilitaba un poco sostener la atención del público. Las películas de ese tiempo eran muy experimentales. A pesar de que el cine tiene una tradición histórica en Chile de los años 40, esta se cortó en los 50, así que se tuvo que retomar después poco a poco para formar equipos técnicos y guionistas y todavía estamos muy al debe en lograr buenas historias que nos retraten como país, pero se ha logrado muchísimo ahora con la noticia de que está “La memoria infinita” nominada a los Oscar”, expresó.
En 2009 Ximena Rivas se lució interpretando a la poetisa chilena, premio nobel de literatura Gabriela Mistral en la película biográfica “La Gabriela” dirigida por Rodrigo Moreno. La intérprete ganó el Premio Apes por este papel protagónico, que hoy recuerda con mucho cariño y orgullo.
“Siempre que haces personajes que existieron es un riesgo tremendo el que uno toma, porque están en la memoria de los chilenos, no es una creación que tú formas de la nada y que da lo mismo lo que armes. Esta era la primera película que se hacía de Gabriela Mistral, ahí hubo un desafío grande de no limitarla, ya que en ese minuto la discusión pública estaba muy enfocada en su orientación sexual, en su lesbianismo. Entonces, luchamos mucho con el equipo para poder hacer una mirada más general de Gabriela Mistral que retratara su nivel intelectual, su evolución, su brillantez, su rol como embajadora, su papel en la reforma educacional mexicana, etc, porque lo que se enseña en los colegios de Gabriela Mistral es muy reducido en relación a su obra y su repercusión internacional, y ella es mucho más que las rondas infantiles”, detalló.
Monólogo “Amanda Labarca”
Ximena Rivas presentará en marzo en la conmemoración del 8M su primer monólogo “Amanda Labarca”. Próximamente anunciará la fecha y lugar, donde realizará esta obra de 50 minutos de duración que se enmarca en la noche previa a la firma de la Ley de sufragio universal para mujeres en Chile (1949)
“Hace tiempo que andaba buscando un monólogo que me hiciera sintonía, que estuviera de acuerdo con el contenido y esto fue anillo al dedo. El trabajo de investigación que realizó Isidora Stevenson en la dramaturgia fue hermoso y todavía queda mucho por investigar, acaban de ser descubiertos más de 300 libros de Amanda Labarca en la Universidad de Chile en la biblioteca, que estaban ahí perdidos. El currículum de esta mujer es alucinante: aportó en la alfabetización, hizo las primeras organizaciones feministas en el año 20, investigó la formación educacional en Estados Unidos después la trajo a Chile, participó de tres gobiernos radicales, valoraba la lucha en la calle, pero sabía que si no estaba en la institucionalidad, en el poder, el voto femenino de sufragio universal no se iba a lograr, iba a quedar solo en un pataleo revolucionario callejero. Esa fue una lucha que ella dio. Todo esto en un contexto en que la mujer era considerada loca y desnaturalizada por dejar a su familia”, resaltó.
El año pasado la actriz presentó la obra en el Centro de Extensión del Instituto Nacional, CEINA. El monólogo tuvo tanto éxito, que a pedido del público la intérprete sumó dos funciones más, en las que participaron 1600 personas. “Es una obra muy inspiradora transversalmente para niños, profesores y adultos, porque habla de educación, de tener herramientas de desarrollo para la mujer, de sentirse en grandeza, de aportar. El discurso de Amanda Labarca es muy vigente, ella decía sin educación no hay libertad, sin educación no hay posibilidad de elegir, sin educación no hay ninguna posibilidad de trascendencias evolutivas en la sociedad, y esa es una deuda que todavía tenemos como sociedad chilena”, precisó.
Actualmente, la actriz está buscando financiamiento para realizar una gira por Chile con el monólogo. Esto con el fin de dar a conocer el valioso legado que dejó Amanda Labarca, quien se destacó en el siglo XX como escritora, embajadora, política y primera profesora universitaria de Chile y Latinoamérica. “Hemos dado yo creo que no más de 10 funciones de Amanda Labarca, porque para hacer una temporada en el teatro en Chile es complicado, hay que armarla con muchos años de anticipación, pero esperamos darla mucho más para que la gente la conozca y se le haga un poquito de justicia”, concluyó.