Cuando Pablo Acuña -o Pau, como reza su nombre artístico- llegó a Santiago desde Temuco para estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, jamás pensó que su futuro estaría sobre los escenarios. Cuando faltaba un año para egresar, tomó una decisión que le cambiaría la vida: dejar los tribunales para dedicarse 100% a la música.
“Yo entré a estudiar Derecho porque tuve la presión de mi familia, que como era un buen estudiante en el colegio me querían ver en una universidad tradicional. Yo era un estudiante súper interesado por el humanismo en general, tenía diferentes intereses en el área, y uno de esos eran las artes. Pero, sin mucha idea de lo que significaba estudiar Derecho, me matriculé”, cuenta a Alumni UChile.
Al poco tiempo de cursar la carrera, “Pau” comenzó a escribir sus primeras canciones, las que luego dieron vida a “Latencia”, su disco debut en el año 2020. En él, el egresado de la U. de Chile aborda temas cotidianos de forma sencilla. Con eso en cuenta, Pablo decidió dar vida al proyecto musical “Pau”. “La verdad nunca hubo una búsqueda articulada de lo que quería transmitir, pero hay dos canciones que escribí del tiempo en que me dividía entre derecho civil y penal, y además tenía una banda”, recuerda.
Pau y Diego Lorenzini, con quien colabora en una de las canciones de Latencia.
Pese a lo anterior, su camino en la música comenzó mucho antes. Desde 2010, el multiinstrumentista colabora con distintas bandas y proyectos musicales que han forjado su estilo musical, y que lo tienen hoy como un proyecto novedoso dentro de la industria musical chilena. “Mi primer disco tiene algunos tintes de la música indie, del pop sobre todo, pero también un toque soul. Nunca nada es tan categórico, pero por ahí va mi estilo”, relata.
Artista revelación 2021
Esa simpleza en sus letras y un delicado sonido lo llevaron a convertirse en el mejor artista nuevo en los premios Pulsar 2021. Ahí, se convenció que la música era lo suyo y le dedicaría el tiempo completo. “Llevo escribiendo canciones un montón de tiempo, pero nunca había estado tan contento precisamente con las letras, nunca tan convencido. Siempre era como esta caricatura de estar escribiendo y arrugar los papeles, tirarlos para atrás y acumular un cerro de papeles.
“Finalmente, lo que intenté hacer fue buscar comodidad, no sentirme disfrazado, no sentirme que otra persona es la que está hablando. Si bien mi proyecto es un seudónimo, y hay una dimensión performática de esto, a mí me agrada que el personaje que representa Pau se parece mucho a mí. Me resulta natural escribir de esa forma, con la comodidad de trabajar bajo esta máscara que es un seudónimo”, indica.
Y, a pesar que ahora se dedica a la música, asegura que su paso por la Casa de Bello no fue en vano. Esos días estudiando en Pío Nono “fueron fundamentales para moldear mi carácter, mi forma de pensar. Impacta directa e indirectamente, tanto en mi forma de utilizar y de pensar el lenguaje, y también sobre las realidades que canto, a las que me aproximé siendo un alumno de La Chile”.
En 2023, el cantautor lanzará su nuevo disco, el segundo de su carrera. En este, espera abordar “las baladas románticas latinas, incluidas las de Europa y México en los 60’, 70’ y 80’: “Estoy haciendo un rescate de esa forma de escribir, pero dándole una vuelta de tuerca para que suene más moderna y no -lisa y llanamente- copiarle a esos referentes”.
Asimismo, Pablo espera que los primeros adelantos de ese nuevo material se lancen antes de fin de año y así seguir construyendo el camino de “Pau”.
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