“Hoy a salud le falta incorporar dentro de su estructura de análisis el comportamiento del tema ambiental a nivel nacional, por ejemplo, cómo está la calidad del aire en las distintas regiones del país, porque con eso tú podrías decir ojo, viene una carga viral, hay que focalizar una acción de salud en esa línea. Si no te haces cargo desde una mirada preventiva, finalmente van a tener que construir más hospitales, porque toda la gente va a terminar enferma”, señaló el destacado químico, egresado de la Universidad de Chile, quien el pasado 25 de mayo fue designado por el Presidente Gabriel Boric como nuevo director del Instituto de Salud Pública (ISP).
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El puesto de director del Instituto de Salud Pública es un cargo muy codiciado. Así quedó demostrado en el último proceso de selección, en el que postularon más de 70 personas. El Consejo de Alta Dirección Pública evaluó -entre octubre de 2022 y abril de este año- a todos los candidatos y elaboró una nómina con seis aspirantes, la cual fue enviada al Presidente Gabriel Boric. En la lista figuraba Rubén Verdugo, químico de la Universidad de Chile. El egresado estaba tranquilo y confiado en sus 27 años de trayectoria liderando instituciones de alcance nacional y en su vasta experiencia en salud pública y medio ambiente. Después de revisar en detalle la nómina, el mandatario nombró el pasado 25 de mayo a Verdugo como nuevo director del ISP.
“No me lo esperaba, la verdad. Me tomé esta invitación que me planteó el presidente como un desafío importante, personal de colaborar en su Gobierno y de aportar lo que el Estado requiere”, afirmó el egresado de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.
El 5 de junio Rubén Verdugo volvió al ISP, la que fue su casa entre 2010 y 2014, pero ahora como director de esta importante institución pública. En el período anterior el químico se desempeñó como Jefe del Departamento de Salud Ambiental. En esa época estaba a cargo de un equipo de 120 personas, hoy su desafío es mayor, tiene que liderar una entidad que cuenta con 893 funcionarios y que administra un presupuesto anual de $41 mil millones de pesos. Por estos días el egresado de la Casa de Bello está abocado en dos grandes objetivos.
“En general siempre hay dos cuestiones que uno debe tener presente en una entidad pública y, por cierto, en una privada. La primera es tener la capacidad y el espacio para responder adecuadamente a situaciones que pudiesen emerger de la noche a la mañana. Uno siempre tiene que estar pensando, tratando de visualizar que va a suceder algo que te va a obligar a responder rápidamente, institucionalmente y personalmente a requerimientos particulares. Por ejemplo, los directores anteriores tuvieron el desafío de enfrentar el Covid. Y el segundo desafío más concreto es seguir fortaleciendo el Instituto de Salud Pública, particularmente en aquellas cuestiones que hoy día han tomado mucha agenda y que dice relación con el tema del comercio ilegal de fármacos”, señaló el químico.
Las cifras sobre falsificación de medicamentos en Chile son alarmantes. Según el ISP, en 2022 se realizaron 174 decomisos por comercio ilegal de remedios en la Región Metropolitana, en los que se incautaron más de 10 millones de pastillas. Esto equivale a un aumento de un 1.000 por ciento en comparación con 2021. El 12 de julio de este año, Rubén Verdugo, presentó ante la Comisión de Salud del Senado una propuesta, que tiene como objetivo ampliar las facultades de la institución que dirige para combatir la venta ilegal de medicamentos.
“Es importante articular una red nacional de fiscalización que permita al Instituto de Salud Pública tener una mejor vinculación con otros organismos del aparato central del Estado, así como también con los municipios, las gobernaciones y policías en términos de esta necesidad que hoy día es urgente”, destacó la autoridad de la institución sanitaria.
Desafíos en salud ambiental: falta establecer mecanismos preventivos
El director del Instituto de Salud Pública ha dedicado gran parte de su carrera profesional a contribuir a la sociedad en el tema medio ambiental. Después de egresar de la Casa de Bello en 1995, trabajó nueve años en el Centro Nacional de Medio Ambiente (CENMA), proyecto que fue liderado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) en conjunto con las Facultades de Ingeniería, Ciencias Químicas, Agronomía y Ciencias Exactas de la Universidad de Chile. En ese período realizó labores de químico en laboratorio y se desempeñó en la parte analítica y en desarrollo metodológico. Además, aprovechó de formarse en Japón y Estados Unidos. Luego, entre 2005 y 2010, asumió el cargo de Jefe de la División de Metrología del Instituto Nacional de Normalización. Este puesto le permitió incorporar otro elemento transversal a su trayectoria: la gestión pública.
“Yo diría que el principal logro de ese período fue articular, coordinar y establecer formalmente la existencia de la Red Nacional de Metrología a nivel nacional, una entidad que quedó reconocida, quedó validada”, manifestó.
Más tarde retomó de lleno su liderazgo en el tema de medio ambiente. Entre 2010 y 2014 trabajó en el ISP. Allí estuvo a cargo del Departamento de Salud Ambiental. Este fue su primer trabajo en el área de salud pública. Luego, se desempeñó por casi una década como Jefe de la División de Fiscalización de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
“En ese cargo incorporé a mi bagaje la necesidad de conocer la realidad productiva a nivel nacional, porque la responsabilidad de la Superintendencia de Medio Ambiente dice relación con fiscalizar el cumplimiento de compromisos ambientales de todos los proyectos a nivel nacional y, por lo tanto, en la práctica articular equipos de trabajo, relacionarme con los distintos sectores productivos. Un día, en términos prácticos, tenía que estar acompañando la fiscalización de una empresa minera en el norte y la semana siguiente tenía que estar acompañando la fiscalización de una acuicultura en el sur, o una termoeléctrica, o una fundición o un relleno sanitario”, explicó.
Desde octubre de 2018 a septiembre de 2019 Rubén Verdugo asumió como Superintendente de Medio Ambiente Subrogante. Terminado este período, volvió a su puesto de Jefe de la División de Fiscalización de la institución. “Lo más desafiante fue tener que hacerme cargo de todo lo que fue el período Quintero- Puchuncaví, cuando fue la contaminación, me tocó ir a terreno, dar la cara a la gente, ir al Senado a dar explicaciones, y fortalecer el programa de fiscalización”, expresó.
Esta vasta experiencia le ha permitido al destacado químico identificar que uno de los grandes desafíos que todavía está pendiente en el tema medio ambiental desde la mirada de la salud pública es establecer mecanismos preventivos que permitan disminuir la cantidad de personas enfermas y no aumentar el número de hospitales.
“Los equipos debiesen estar mirando la variable medio ambiental como un elemento importante de decisión respecto, por ejemplo, al estado de salud de una población en particular. Así como uno mira estratégicamente cuál es el comportamiento viral, por ejemplo, en el hemisferio norte y uno sabe que entre abril y agosto del año va a haber un peak de enfermedades virales. A salud hoy le falta incorporar dentro de esta estructura de análisis el comportamiento del tema ambiental a nivel nacional, cómo está la calidad del aire en las distintas regiones, porque con eso tú podrías decir ojo, viene una carga viral, tengo más adultos mayores, hay que focalizar una acción de salud en esa línea”, indicó.
Además, el director del ISP enfatizó que falta fortalecer los vínculos entre el área ambiental y la salud pública para articular en conjunto mecanismos de prevención que se traduzcan en mejores condiciones sanitarias para la población.
“En medio ambiente debiese haber mayor conocimiento de las características epidemiológicas que tiene una población alrededor de un proyecto. Por ejemplo, si yo probé un proyecto minero en una zona y ahí hay una población más sensible, que ha mostrado cierta variabilidad en temas de cáncer, tendré que poner más control respecto a aquellos compuestos que pudiesen agravar aún más la situación. Hay que darle más valor al concepto de análisis de riesgo en estas dos dimensiones, porque de otro modo es difícil hacerse cargo de esta necesidad que tiene el país, si no te haces cargo en términos prácticos desde una mirada preventiva, finalmente qué es lo que termina ocurriendo, que van a tener que construir más hospitales, porque toda la gente va a terminar enferma”, detalló.
De acuerdo a la autoridad sanitaria, el ruido es el problema ambiental que más incomodidad genera en la población. Muchas veces la contaminación acústica se produce, porque las municipalidades autorizan el funcionamiento de discoteques y pubs en lugares no apropiados. “Un día un trabajador llegó prácticamente llorando a la Superintendencia de Medio Ambiente, dijo yo ya no puedo más, ¿por qué? Por el tema del ruido, ¿y el ruido de qué? de una discoteque que había sido autorizada a no más de tres casas de donde él vivía. No dormía. Los problemas que hoy tenemos en las ciudades se producen porque no hay ordenamiento territorial”, precisó.
Devolverle la mano a su alma mater
Rubén Verdugo tiene buenos recuerdos de su etapa de formación en la Casa de Bello, tanto que cada vez que puede vuelve a la Universidad de Chile y se preocupa de generar vínculos. De hecho, en el período en que se desempeñó como Jefe del Departamento de Salud Ambiental en el ISP firmó un convenio de colaboración con la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas. Ahora en su actual cargo también espera crear redes junto al decano y profesor Pablo Richter, con quien tiene una gran amistad.
“Quienes egresamos de la Universidad de Chile tenemos una doble responsabilidad. La primera es siempre responder de manera adecuada, transparente, bajo una óptica muy profesional, bajo el prisma de la ética a ese título que llevamos que somos egresados de La Chile y que quieran o no, es la principal casa de estudios del país, y desde ahí han emergido gran parte de las otras universidades a nivel nacional”, resaltó.
El director del Instituto de Salud Pública, quien fue distinguido el pasado 4 de agosto como egresado destacado de la carrera de Química por su excepcional trayectoria dedicada al servicio público, está convencido de que la segunda responsabilidad implícita que tienen los ex alumnos de la Casa de Bello es retribuir a la universidad por la formación y espacio que les brindó.
“Creo que es necesario seguir relevando, que quienes estamos en estos cargos gerenciales o de jefatura de servicio o cargos intermedios articulamos una red de trabajo entre quienes somos egresados de la Universidad de Chile. Cuando uno requiere tomar decisiones a quien llama es a aquella persona que te da confianza y que muchas veces fue tu compañero en la universidad. En la práctica tienes que ser capaz de devolver la mano a lo que la universidad te dio, y uno puede devolver la mano contribuyendo a que la universidad pueda estar en las primeras líneas de decisión, pueda generar redes de trabajo profesionales. Uno puede volver a su propia escuela a compartir experiencia”, sostuvo.
Cuestionario Alumni
El egresado de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile respondió el Cuestionario Alumni, un set de preguntas breves realizadas con el objetivo de conocerlo un poco más.
Un libro importante en su vida: “Tao Te Ching” de Lao Tse. Es un libro que me ha marcado bastante, lo recomiendo siempre.
Canción favorita: “Selling England by the Pound” (vendiendo Inglaterra por un penique) de Genesis. Me encanta Genesis. Siempre lo sigo escuchando a pesar de que ya están prácticamente retirados.
Una película que recomendaría: “Blade Runner”, la original. Aun cuando fue hecha hace ya bastantes años nos mostró de alguna manera lo que venía para la sociedad en particular y que era el dominio de las máquinas, de la inteligencia artificial.
¿Con qué personaje histórico le hubiese gustado conversar? Me habría encantado conversar con Mahatma Gandhi en su aproximación a la no violencia, a enfrentar los desafíos desde una perspectiva de equilibrio y una sanidad mental absoluta.
Un sueño por cumplir: poder sentirme tranquilo de haber colaborado con un granito de arena a que Chile sea mejor, a que deje atrás las tensiones, las diferencias, el individualismo y que prime lo comunitario por sobre la realidad que hoy día vivimos.
