Con más de 30 años de experiencia, José Solorza Estévez se ha consolidado como un referente en infraestructura y transporte. A lo largo de su carrera, ha liderado proyectos clave en el sector ferroviario, minería, aeropuertos y carreteras. Desde fines de 2022, el ingeniero civil de la Universidad de Chile es el gerente general de EFE (Empresa de los Ferrocarriles del Estado), donde ha tenido como misión transformar la red nacional y posicionar el tren como una alternativa eficiente y sostenible.
Por Leonardo Vásquez Tapia
Durante su carrera, tanto en Chile como en el extranjero, Solorza ha demostrado un enfoque integral que combina el desarrollo técnico con la sostenibilidad y la rentabilidad. Su trayectoria profesional ha incluido la dirección de diversos proyectos internacionales en Europa, Medio Oriente, India y África, lo que le ha permitido adquirir una valiosa perspectiva multicultural. En su paso por España, por ejemplo, lideró equipos en los sectores ferroviario y aeroportuario, logrando implementar sistemas que optimizan el transporte y fomentan la integración regional. Esta experiencia, en sus palabras, ha sido fundamental para enfrentar los desafíos de modernización que hoy lidera en EFE.
La Universidad de Chile fue el punto de partida de una carrera que combina técnica, liderazgo y una profunda comprensión de la sociedad. Al ser consultado sobre su formación, Solorza recuerda cómo la diversidad de sus compañeros/as, provenientes de diferentes realidades socioeconómicas, fue clave para desarrollar una visión más transversal. Sobre la universidad señala: «Me prepararon no solo para resolver ecuaciones, sino que para enfrentar problemas desconocidos con ingenio y una visión más humana”.
Entre sus profesores más influyentes en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas destaca a María Leonor Varas, quien según él personificaba el equilibrio entre la excelencia académica y compromiso social. «Tuve la suerte de ser su alumno en Álgebra. Ella materializaba, de alguna manera, ese abanico de visiones que existían en la universidad», afirma. También importante fue para él Sergio Jara-Díaz, del Departamento de Transporte, como una figura que lo inspiró no solo en lo técnico, sino que también en otras áreas aparentemente disímiles como la música y la literatura. «Para mí fue una forma de despertar hacia otras disciplinas», confiesa.
En sus palabras, los cursos optativos del por entonces Departamento de Estudios Humanísticos fueron un elemento clave en esa formación integral. Recuerda haber cursado asignaturas electivas (pero que eran necesarias para contar con todos los créditos), como Apreciación Musical con Juan Pablo González, además de Literatura con Enrique Lihn. Incluso, en algún momento tuvo de profesor a Nicanor Parra, que estaba haciendo un reemplazo a Felipe Allende, considerado también como una eminencia por Solorza.
«El aspecto social y la heterogeneidad en mi periodo de estudiante me influyeron enormemente en cómo he enfocado mi vida profesional», asegura. «Yo destaco esta experiencia, porque he trabajado en muchas partes del mundo y esa visión tan amplia no se encuentra en otros lados», confirma.
De la Universidad a modernizar el transporte ferroviario
Tras egresar en 1991, José Solorza trabajó en Chile hasta 2004 en proyectos de minería y transporte, antes de trasladarse a España, donde asumió desafíos internacionales y complementó su formación con estudios en gestión empresarial, sostenibilidad y comercio. «Trabajar en diferentes países y en proyectos tan diversos, desde aeropuertos hasta trenes, me permitió aplicar lo aprendido en la universidad y enriquecer mis habilidades técnicas con una visión global,» comenta. Esta experiencia fue clave para asumir, en 2023, el cargo de gerente general de EFE (una empresa de 140 años de antigüedad), con un enfoque claro en la innovación y la sostenibilidad.
Uno de los mayores retos que enfrenta en EFE es alcanzar el equilibrio operacional para 2030, lo que permitiría expandir los servicios ferroviarios en regiones como Biobío y Valparaíso. Entre los proyectos estratégicos que lidera se encuentran los trenes Santiago-Batuco y Santiago-Melipilla, que buscan triplicar la demanda de pasajeros y mejorar el acceso a servicios esenciales. Además, ha impulsado el programa Trenes 30-30, diseñado para conectar ciudades intermedias mediante recorridos más cortos y eficientes, con ejemplos como los trayectos Curicó-Talca-Linares y Temuco-Pitrufquén. «Es un modelo inspirado en Europa, donde los trenes de cercanías fueron la base para desarrollar servicios de larga distancia», explica.
La sostenibilidad es un pilar fundamental en su gestión, con metas como alcanzar la carbono neutralidad para 2035 y aumentar la multimodalidad del transporte. Bajo su liderazgo, EFE ha reforzado su compromiso de triplicar pasajeros y duplicar el volumen de carga, contribuyendo a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. «No solo mejoramos la conectividad, sino que también ayudamos a reducir la pobreza y facilitar el acceso a salud y educación», afirma. Otro de sus desafíos es aumentar la representación femenina en la compañía al 30% para 2026, promoviendo la igualdad de género como parte de una visión más amplia de sostenibilidad social.
Diversas alternativas en la ingeniería ferroviaria
Para los estudiantes de la Universidad de Chile que aspiran a trabajar en infraestructura y transporte, José Solorza tiene un mensaje claro: «En la ingeniería ferroviaria hay un universo de posibilidades. Desde el diseño de estaciones y vías hasta la electrificación y telecomunicaciones. La infraestructura ferroviaria necesita de ingenieros e ingenieras que innoven», asegura.
Solorza enfatiza que esto también incluye el conocimiento de estaciones y vías hasta la utilización del material rodante. «Aunque en Chile no producimos material rodante, muchos profesionales chilenos han trabajado con sus fabricantes en Europa y Asia. Su experiencia es invaluable porque acá contamos con pocos especialistas de este tipo y necesitamos más para alcanzar un estado del arte en tecnología ferroviaria«, asegura.
Solorza sueña además con la creación de una carrera universitaria de ingeniería ferroviaria, esperando que algún día eso se pueda materializar en su alma mater. «Me encantaría ver surgir una carrera especializada en esta área dentro de la Universidad de Chile, donde se forme a los profesionales que liderarán la próxima etapa del transporte ferroviario en el país», asegura con entusiasmo.
La multidisciplinariedad es clave para tener éxito en este campo. «La ingeniería no es solo técnica, es humanista. Esa visión más amplia es lo que marca la diferencia, y es algo que en la Universidad de Chile te inculcan desde el primer día», apunta. Además, destaca la necesidad de que los estudiantes aprovechen las oportunidades internacionales, ya que trabajar en contextos multiculturales ha sido clave para su crecimiento como líder.
«El intercambio con otras culturas y sistemas es clave para cualquier ingeniero que quiera dejar su huella. La combinación de conocimientos técnicos, sensibilidad social y perspectiva global es lo que permite transformar verdaderamente la infraestructura y mejorar la vida de las personas«, concluye.