Los desafíos del pediatra Jaime Rodríguez al enfrentar las enfermedades respiratorias y fomentar la vacunación informada

por Julio OlivaresJun 15, 2023

No se suponía que la historia de Jaime Rodríguez Troncoso (54) fuera así. El pediatra, egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y jefe de Infectología Infantil de la Clínica Alemana, venía de una familia sencilla en la que su progenitor trabajaba como vendedor ambulante. Por eso, reconoce, nunca pensó ser el primer universitario de la familia ni llegar a donde ha llegado.

Por lo demás, mientras pasaba por la Casa de Bello, Jaime quería ser cardiólogo. Eso hasta que a los 22 años, cuando estudiaba quinto de Medicina, se convirtió en padre. “Me tocaba estudiar, trabajar para mantener la casa, era ayudante y también papá. Y en la medida que fui avanzando me di cuenta de que los pediatras eran quienes más me ayudaban, quienes comprendían lo que había al otro lado de un estudiante que estaba ahí con su niño”, señala en entrevista con Alumni UChile, la red de egresadas y egresados de su alma mater.

“Haber recibido ese apoyo y comprensión cambió bruscamente mi forma de entender la Medicina y a los profesionales de la salud. Eso de sentarse a escuchar, a conversar con la gente… Así derivé a Pediatría y gracias a Dios, porque siento que me hizo mejor persona”, manifiesta.

Ser pediatra de la Chile

El profesional de la salud recuerda con cariño sus años de estudio en la U. de Chile, de donde egresó en 1993. “Es la mejor facultad de Medicina del país. Tuve súper buenos profesores, con mucho compromiso social, que fueron una influencia positiva para mi generación. Nos enseñaron a ser buenas personas y buenos profesionales, no a través de un discurso, sino trabajando. Llegaban temprano al hospital y se iban tarde, siempre por ayudar, no por conseguir beneficios personales. Eso nos caló muy profundo”, reconoce.

Ya con su título de médico cirujano, Jaime se especializó en Pediatría y luego en Infectología Pediátrica. Además, pasó un año estudiando e investigando Ciencias Básicas en el Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad de Maryland, Estados Unidos. “Ya en esos años -recuerda- se hablaba de unas vacunas que iban a servir en el futuro: las vacunas de ARN mensajeras, que estaban en etapas todavía experimentales y que sirvieron ahora para enfrentar el Covid”.

De vuelta en Chile, trabajó por más de una década en el Hospital Roberto del Río, desde donde pasó a la clínica donde lleva ya veinte años. Además de pasar por la salud pública, fue docente en pregrado y postgrado de la Casa de Bello, “un poco para devolver lo que me entregó la educación pública”.

“Estudié en las décadas de los ochenta y de los noventa, en plena dictadura militar. Fue un período difícil, pero aprendimos mucho en cuanto a participar, educarse y comprometerse”, rememora.

El egresado de Medicina expresa que esos años fueron claves en moldear su forma de entender la medicina: “De nuestros profesores aprendimos que no cuesta nada sentarse cinco o diez minutos a conversar con alguien y explicarle bien qué es lo que le pasa. A veces eso es mucho más importante que pedirle un examen sofisticado. La gente lo agradece, se da cuenta si el profesional de la salud tiene interés real en lo que le está pasando o no”.

Como cada año en esta época, Jaime se reconoce agotado, trabajando para aportar desde su trinchera ante la emergencia de enfermedades respiratorias infantiles. “Siempre en invierno tenemos un estrés sanitario tremendo en Pediatría, ya que las consultas pediátricas son súper estacionales y dependen de enfermedades respiratorias como el virus sincicial o la influenza”. “Como pediatra debes estar siempre disponible -asegura-. Las guagüitas no se enferman de lunes a viernes, de 9 a 4 de la tarde”.

En ese sentido, recuerda que las medidas de prevención demostraron ser eficaces en pandemia y que, cuando estuvimos con distanciamiento social, mascarillas y lavado de mano constantes, no hubo enfermedades respiratorias.

La recomendación para las familias es evitar las exposiciones innecesarias, usar mascarillas en el colegio y en el transporte público, lavarse las manos y vacunarse, especialmente con la vacuna de la influenza, que está orientada no a prevenir el contagio sino a prevenir muertes”, declara.

Herramientas para una vacunación informada

Además de su rol en la Clínica Alemana y de ejercer la docencia en una universidad privada, Jaime Rodríguez es presidente del Comité Asesor en Vacunas e Inmunización (Cavei) del Ministerio de Salud, cargo ad-honorem desde el cual realiza sugerencias a la autoridad sanitaria con relación a asuntos de vacunación y en el que lleva ya cinco años, asesorando a los ministerios de los tres últimos gobiernos.

“Antes de la pandemia nadie sabía que existíamos, ni siquiera los colegas”, relata, y agrega que con la emergencia del Covid el trabajo fue especialmente “duro y estresante”, concentrado principalmente en implementar las vacunas contra el coronavirus y en lograr la adhesión de la población al programa de vacunación.

Esa búsqueda por lograr adherencia a los esquemas de vacunación ha demostrado no ser cosa fácil en los últimos años. El propio pediatra lo reconoce, pero hace un diagnóstico claro al respecto: “La mayoría de las personas reticentes a las vacunas tienen dudas súper razonables, alimentadas por falta de información, acceso a medios o contenidos de redes sociales poco serios. Pero si tú conversas con ellos, les enseñas y los educas en la materia, se hacen adherentes al programa”. Ahora bien, “hay otro grupo inconvencible de que hay un beneficio en vacunarse. No conviene desgastarse mucho en eso”.

Hoy por hoy, dice, “nuestro objetivo es educar y enseñar para que la gente tenga las herramientas que le permitan elegir libremente. Si las personas saben, pueden tomar una decisión bien informada. Es tan simple como eso. Entendiendo los riesgos y beneficios que hay detrás de cada conducta, pueden decidir si vacunarse o no, por tal o cual razón”. “Esa es nuestra misión al mediano y largo plazo”.

Grandes Pandemias de la Historia

“Cuando partió la emergencia del Covid quise instruirme un poco más en el tema y me encontré con la sorpresa de que no había libros en español sobre pandemias. Había algunos en inglés, pero eran una lata, estaban escritos en lenguaje médico. Así que decidí tomar el desafío y escribir”, cuenta el pediatra.

Y agrega: “Convoqué a mi mejor amigo [Carlos Ureta], un colega epidemiólogo con el que éramos compañeros en la universidad, y escribimos juntos un libro fácil de entender”. Se trata de Grandes Pandemias de la Historia, un libro de divulgación científica publicado en 2021, que hace un recuento histórico desde que existe documentación sobre pandemias, en la antigua Grecia, hasta el reciente acaecimiento del coronavirus.

“Tuvimos la suerte, además, de que la editorial ganó un concurso del Fondo de las Artes para que el libro quede en bibliotecas públicas y la gente pueda acceder gratuitamente a él”, señala con alegría.

Consultado por si le animaría volver a escribir, Rodríguez reconoce que sí, “si el virus sincicial me deja tiempo (ríe) lo haría feliz, siempre enfocado en la divulgación científica”.

Cuestionario Alumni

Para cerrar, Jaime Rodríguez respondió el Cuestionario Alumni, un set de preguntas breves realizadas con el objetivo de conocerlo un poco más.

  • Un libro indispensable que recomiende

El Señor de las Moscas. Extraordinario, habla de la naturaleza humana.

  • Una película inolvidable

La Sociedad de los Poetas Muertos.

  • Una frase típica suya

¿Y por qué lo van a hospitalizar? (ríe).

  • ¿Con qué personaje histórico le hubiera gustado conversar?

Con Buda, incluso antes que Jesús. Hubiera sido interesante conversar con el príncipe Siddharta, para saber cómo veía la vida cuando recibió la iluminación y dejó todo para convertirse en Buda.

  • Si pudiera saber sólo una cosa sobre el futuro, ¿cuál elegiría?

Cómo van a estar mis hijos a futuro.

  • Un sueño por cumplir

No sé si me queden sueños por cumplir, quizás viajar un poco más, pero no sé si va por ahí la cosa. Yo creo que cuando uno muere tiene dos personas a las que cuales responder: mi yo de ocho años y mi yo a los 85. Ya hice las cosas que siempre soñé hacer de niño, así que ya le contesté bien a mi niño de ocho años. Me falta el de 85, a ver qué pasa en estos años que quedan…

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