El destacado periodista Cristián Arcos (45) ha sido comentarista deportivo y conductor en radio, editor de Deportes en televisión, columnista en diversos medios de prensa escrita, profesor universitario y autor de libros como Simplemente Gary o Estrellas rojas.
Oriundo de Curicó e hincha acérrimo de Curicó Unido, club que fundó su abuelo Osvaldo, Arcos reflexiona sobre la necesidad de trascender el periodismo deportivo y lo que ha sido su recorrido desde que dejara en 2019 Chilevisión, su casa televisiva por casi dieciocho años.
En entrevista con la red de egresados de la universidad, Alumni UChile, el periodista señala que este cambio “ha implicado hacer mucho más radio que antes; meterme en podcasts, reportajes sonoros; conducir todas las mañanas programas que no son deportivos; y hasta estar en festivales de cine”.
“Se ha dado, en parte, por la búsqueda de oportunidades, pero también porque el proceso interno te lleva a abrirte a otras cosas. Si el día de mañana me toca volver a algo como lo que hacía, lo haría feliz. Pero acá se me abrió un abanico que, por un lado, te saca de tu zona de habitualidad para entrar a otra mucho más incierta, pero por otro, te hace ampliar la mirada y el foco”, reflexiona.
La trampa del periodismo deportivo
“Yo no creo en el periodismo ´deportivo´, lo que suena raro viniendo de alguien que trabaja en esto desde el 97´. Pero no creo en el periodismo deportivo como un área distinta, así como tampoco creo en el periodismo político, cultural, económico o con cualquier apellido. Creo profundamente en el periodismo y creo que cada vez es más necesario, pero el periodismo deportivo es periodismo, sin apellido”, señala Cristián Arcos.
Y, en ese sentido, manifiesta: “¿Qué es lo interesante del deporte? La trampa, que creo que también se replica en el periodismo cultural, es que podemos decir muchas cosas a partir del deporte, porque el deporte es un movimiento social y político -no necesariamente partidista, pero sí político- que se anticipa a todos los movimientos de crítica más formal”. “En el deporte podemos encontrar todas las cosas antes: los derechos de la mujer, reivindicaciones de todo tipo, los derechos LGBT, los derechos civiles en las décadas de los cincuenta y sesenta, el tema de la inmigración… Encuentras todos los temas antes, décadas antes incluso”, apunta.
“Para saber leer eso no podemos solamente dar resultados. Porque un equipo gana dos a uno, los goles los hicieron tales personas y se acabó la historia. Pero las historias están en los personajes, en el relato, en las conexiones que encontramos y en descubrir que las historias están en todos lados, no solo en los ganadores”, agrega. “Para mí, el deporte es una excusa, una coartada para hablar de otros fenómenos más importantes que jugar con un 4-4-2 o un 4-3-3, pero la única manera de verlo es ampliar la mirada. Si no, no lo vamos a ver”.
El “tenor escritor”, como le apodan sus colegas de Radio ADN -en lo que él llama entre risas “un apodo exagerado e injusto”-, ha sabido combinar una prolífica producción literaria -ha escrito siete libros a la fecha, el último de nombre Enemigo Interno– con su trabajo en radio, televisión y medios escritos. Además, realiza clases en el FCEI de la Universidad de Chile y en otra serie de planteles de educación superior.
Como profesor, lo que intenta traspasar a sus estudiantes son “más que cualquier otro asunto, las ganas de hacer cosas, el fervor de sentir que este oficio de contar historias sigue siendo el mejor oficio del mundo. Contarlas inéditamente, contarlas mejor o conectarlas con otras historias y darles sentido… Si puedo proyectar esa búsqueda permanente de hacer que la rueda se mueva todos los días, yo me siento hecho”.
“Mi deseo es que los chiquillos y las chiquillas entiendan que si logramos dar un enfoque, una mirada y hacer conexiones con otras áreas, vamos a marcar una diferencia y vamos a terminar aportando a los debates, no cerrándolos sino abriéndolos”.
Hijo de la educación pública
Cristián Arcos estudió en el Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (hoy Facultad) a mediados de la década de los noventa. En ese sentido, se reconoce profundamente vinculado a los valores y a la formación que recibió de la Casa de Bello. “(Va) desde mi forma de mirar la pega y de afrontar el oficio hasta mi visión del mundo. Me siento muy formado con el perfil de la Chile y soy muy camiseteado en ese sentido porque, por lo menos para mí, fue y sigue siendo un paso sustantivo”.
“Mi biografía familiar está muy vinculada a la educación pública. Fui criado con la idea de que tienes que devolver desde tu trabajo, desde tu experiencia o desde el lugar que sea la formación que nos dan. Tenemos que retribuir desde algún lugar, lo sigo pensando profundamente y postulé a Periodismo en la Chile pensando en formarme en esa línea de perfil”.
Consultado por los profesores que lo marcaron como estudiante, Arcos recuerda al menos a tres que fueron claves en su formación: Eduardo Santa Cruz, “súper importante en darle una mirada no despectiva al deporte, un adelantado porque lleva 40 años hablando de vincularlo con las aristas y vínculos sociales”; Carlos Ossandón, quien “tiene una mirada que a mí me hizo mucho sentido respecto a lo que él llamaba ´la cocina del oficio´, aquello que hacemos para llegar al plato final que le presentamos a la audiencia; y Aldo Schiappacasse, a quien -como a Santa Cruz- considera hoy un amigo y del cual fue alumno y ayudante, “una experiencia poderosa para un huaso como yo”.
Cuestionario Alumni
Para cerrar, Cristián Arcos respondió el Cuestionario Alumni, un set de preguntas breves con el objetivo de conocerlo un poco más.
- Una película que sea clave para ti.
Cinema Paradiso, lejos. A mi hijo más chico, de hecho, le decimos Totó por el protagonista.
- Un libro importante en tu vida.
El Amor en los Tiempos del Cólera. Te iba a nombrar otro, pero al final tenemos que volver siempre al libro perfecto.
- Una canción que te defina.
Qué me defina no, pero una que me gusta: While my guitar gently geeps de The Beatles. Es mi canción favorita de mi banda favorita.
- Un partido de fútbol inolvidable.
Cuando Curicó subió [por primera vez a la división de honor] el 27 de octubre de 2008. Curicó 1 – Puerto Montt 0. Gol del “paragua” [Rodrigo] Riquelme en el arco norte. Ese día estaba en el estadio. Mi abuelo -fundador del equipo- había muerto recién y el estadio está al lado del cementerio… No, fue heavy.
- Una frase típica tuya.
Vamos que se puede nomás.
- ¿Con qué personaje histórico te hubiera gustado conversar?
Con John Lennon, porque junto a McCartney son los seres humanos más importantes de la historia. Son como el Big Bang, todo parte con ellos.
- Si pudieras saber sólo una cosa del futuro, ¿cuál elegirías?
Es un lugar común, pero cómo van a estar mis hijos en treinta años más.
- Un sueño por cumplir.
Dedicarme a escribir, solo a escribir.