La bibliotecaria de la Universidad de Chile es la creadora de BILIJ, un espacio en Barrio Matta Sur que atrae a niñas, niños y jóvenes, en una experiencia multisensorial que une libros, juegos, curiosidad y conocimiento. Es además una referente del fomento lector, liderando por 22 años la Coordinación Nacional de las Bibliotecas Escolares CRA del Ministerio de Educación.
Constanza Mekis es una de las figuras más influyentes en el fomento lector en el país. La bibliotecaria de la Universidad de Chile y magíster en Lectura, Libros y Literatura Infantil en la Universidad de Zaragoza, España, es la presidenta de Fundación Palabra, organización que dio vida a la Biblioteca Interactiva Latinoamericana Infantil y Juvenil (BILIJ), un espacio innovador en Barrio Matta Sur que redefine la lectura como una experiencia multisensorial que combina música, juegos, tecnología, poesía y, por supuesto, libros.

La Biblioteca Interactiva Latinoamericana Infantil y Juvenil (BILIJ) es un espacio innovador en Barrio Matta Sur que redefine la lectura como una experiencia multisensorial que combina música, juegos, tecnología, poesía y, por supuesto, libros.
El lugar de interés patrimonial tiene piezas de arte, textiles, muñecas, juguetes y figuras de distintos lugares que despiertan la curiosidad, el diálogo y la escucha atenta. A la fecha, tras cumplir 3 años de existencia, ya cuentan con 3.000 socios, una cifra muy por sobre lo presupuestado en un inicio.
La fundación también cuenta con el programa Palabra Viajera y el Programa Nido donde llevan lectura, música y juegos a 14 jardines infantiles de la comuna de Santiago. «Por ejemplo, Hermes Villalobos, miembro de Inti-Illimani Histórico, ha ido a tocar flauta a jardines infantiles y salas cunas. En aquellas ocaciones, los niños, muchos de ellos migrantes, no solamente lo seguían como al flautista de Hamelín, sino que también bailaban”, relata Constanza.
Su sueño es replicar a la BILIJ en todo el país e Iberoamérica. “En este momento necesitamos colaboradores/as que quieran entregar algunas horas de trabajo para atender a los niños *. Nuestra biblioteca ya ha excedido todos los números de asistentes y ha sido muy bien recibida por la comunidad”, asegura.
Arquitecta del fomento lector
Incluso antes de egresar de la Universidad de Chile en 1980, tuvo la oportunidad de encargarse de organizar las bibliotecas de la Municipalidad de Providencia. “Como estudiante, novata total, hice un cronograma y me propuse que en un año iba a transformar todas las bibliotecas de los liceos y escuelas de la comuna. Obviamente era imposible y me terminó tomando cerca de 6 años”, confiesa. Sin embargo, gracias a su constancia logró organizar en 1987 la Primera Feria del Libro Infantil y Juvenil, junto a la Cámara Chilena del Libro, en la Galería Drugstore. “Fue algo muy pequeño, pero teníamos una programación fantástica. Muy cuidada, entretenida y con miles de niños y niñas. Fue un éxito”.
En esa ocasión conoció a la profesora Angélica Edwards, que había editado un libro sobre “contar es encantar”, tomando las palabras de Gabriela Mistral. “Ella iba a lugares muy carentes a llevar cuentos infantiles. Ahí pude invitar a mi familia, a mis hijas e íbamos a leer cuentos como Rapunzel, la Caperucita Roja, o sobre el osito Osías de María Elena Walsh. En vez de estar en casa un sábado en la mañana, acompañábamos a Angélica. Ahí empecé a entender con mayor hondura lo que significan los cuentos, la belleza del mundo de los clásicos”, relata.
Tras su experiencia en Providencia, fue invitada por su antigua profesora universitaria, Soledad Ferreiro, para trabajar en el levantamiento del archivo de los rectorados de la Universidad Católica. Sin embargo, todo cambiaría en 1990, cuando le pidieron desarrollar, junto a un comité coordinador, un proyecto de bibliotecas escolares para todo Chile.

Constanza Mekis durante 22 años fundó y lideró la Coordinación Nacional de Bibliotecas Escolares CRA del Ministerio de Educación. Cada cierto tiempo la invitan a dar unas palabras por el aniversario de una biblioteca.
Así fue como durante 22 años fundó y lideró la Coordinación Nacional de Bibliotecas Escolares CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje) del Ministerio de Educación. Durante los primeros 6 años lograron financiamiento del Banco Mundial, para después transformarse en una política pública con fondos del Estado. Lo que comenzó en 1994 como un piloto con 124 bibliotecas se convirtió en una red nacional, en la que bajo su gestión llegaron a ser 10.788 en escuelas y liceos a lo largo del país.
“Se valora que proyectos como este sigan en pie. Yo recibo todo el tiempo comunicación de algún coordinador CRA que me escribe para contarme qué está haciendo, en qué está innovando, o para invitarme a dar unas palabras por el aniversario de una biblioteca”, afirma Constanza. Y agrega: «Hicimos un levantamiento de información para saber cuántos bibliotecarios existían. Nos dimos cuenta que para nuestro proyecto era insuficiente«, explica Mekis sobre la decisión estratégica de capacitar a profesores como mediadores de lectura.
En 2016 obtuvo el Premio Bibliotecaria Destacada otorgado por el Colegio de Bibliotecarios de Chile. «Un gran reconocimiento, porque te reconocen tus pares. También da cuenta de que hubo una maduración desde la asociación gremial al entender que una bibliotecaria había desarrollado bibliotecas sin bibliotecarios, pero en pro de lo que significa la formación de lectores«.
Ese mismo año escribió “Formación del lector escolar” (Prensas de la Universidad de Zaragoza); en 2019, junto a Christian Anwandter, “Bibliotecas escolares para el siglo XXI” (Narcea Ediciones); además de “Cultivar la lectura en Familia. Cultura y Comunidad” en 2022 (Editorial SM).
Entre 2020 y 2022, fue también la directora para América Latina de la Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil (IBBY, por sus siglas en inglés) y Miembro del Comité Ejecutivo de IBBY Internacional del 2022 a 2024.
El origen de una pasión
Su formación en el Instituto Pedagógico, parte en la época de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile, marcó profundamente su visión. «Encontré una carrera que era eminentemente técnica, en la organización de los acervos y la clasificación. Para mí ese era un mundo fascinante, pero yo necesitaba el lado más humanista y lo encontré gracias a profesores extraordinarios«, recuerda.
Destaca especialmente a Soledad Ferreiro. «Ella nos hizo la cátedra de biblioteca escolar. Venía llegando de Estados Unidos y traía distintas estrategias muy interesantes, con unos franelógrafos con animales y unos libros hermosos que no se conocían ni se veían en Chile. Me encantó ver a esa profesora contando cuentos en la Universidad de Chile, eso me entusiasmó muchísimo«.
Otro mentor fundamental fue Paulius Stelingis, profesor lituano radicado en Chile, del cual todavía conserva los apuntes de sus clases. «Era un erudito impresionante. Con él tuve un acercamiento muy grande hacia el mundo de la literatura«. También recuerda con cariño a Anna María Prat: «Era una experta en bases de datos e indexación de la información. En sus últimos años de vida formamos un grupo de cuentacuentos y visitamos diferentes bibliotecas«.
Sin embargo, Gabriela Mistral ha sido desde siempre su inspiración. «Es mi gran mentora. Creo que ella es la primera bibliotecaria de Chile con su trabajo tan bonito con las infancias y los profesores«, afirma. «Gabriela nos invita a comprender el fomento lector como un ejercicio de contar para comprender el mundo, utilizando la observación, exploración y asombro como herramientas esenciales”, sentencia.
* Si te interesa colaborar con la BILIJ, escribe directo a contacto@fpalabra.cl.