Arelis Uribe cursó en 2012 el Magíster en Comunicación Política de la Universidad de Chile buscando, en sus palabras, una profundidad teórica. «Mi primer trabajo fue en una agencia de marketing digital y, a pesar de que aprendí muchas cosas que conservo hasta hoy, me parecía todo muy vacío. Necesitaba un desafío intelectual«, confiesa.
Aunque igualmente estudió Periodismo, anhelaba ingresar a la U. de Chile: «había quedado en lista de espera en la PSU, así que esa fue mi revancha». En un giro curioso de la vida, años después llegó a ser docente en la ahora Facultad de Comunicación e Imagen (FCEI), dictando un ramo de escritura para estudiantes de quinto año de Periodismo. «Fue muy satisfactorio para mí en lo profesional: no estudié en la U. de Chile, pero terminé formando a quienes sí lo hicieron», sostiene.
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La autora fue también docente en un ramo de escritura para estudiantes de quinto año de Periodismo en la Facultad de Comunicación e Imagen (FCEI) de la U. de Chile. Foto: Alejandra Fuenzalida.
Del magíster destaca las clases de Juan Pablo Arancibia en filosofía política, donde descubrió a pensadores como Jacques Rancière, además de la influencia de la académica feminista Alejandra Castillo. «Ella me enseñó a analizar el género desde la teoría, algo que luego apliqué en mi trabajo como directora de comunicaciones en el Observatorio Contra el Acoso Callejero, desde donde impulsamos la primera ley chilena contra el acoso sexual en espacios públicos«, afirma.
También el posgrado le abrió puertas: participó en el 2017 en la primera campaña presidencial del Frente Amplio con Beatriz Sánchez, que, a pesar de no ser electa obtuvo una votación histórica para la época.
Una voz crítica y militante

Su libro debut de cuentos «Quiltras» fue publicado en 2016 por la editorial Los Libros de la Mujer Rota.
Aunque valora su formación académica, Arelis encontró en la literatura su territorio natural. «Es mucho más flexible que el periodismo. Las mallas de Comunicaciones son prácticas, enfocadas en generar productos. Yo me siento con más soltura y seguridad en el lienzo en blanco«, compara.
Su debut, “Quiltras” (2016), retrata a mujeres marginales con una prosa afilada y poética. «Quería expresar historias de la cotidianidad, como un fractal de lo universal», explica. Luego vinieron “Que Explote Todo” (2017), una recopilación de columnas publicadas en medios como The Clinic, El Dínamo y Noesnalaferia, que reflexionan sobre feminismo, política y cultura, además de “Las Heridas” (Emecé Editores, 2021), un libro más íntimo que explora el dolor y la resiliencia.
En 2019, gracias a Becas Chile, estudió una Maestría en Escritura Creativa en la New York University. Llegó en septiembre, un mes antes de que comenzara el estallido social. “Con la comunidad chilena nos congregamos para resistir. Escribí columnas en medios de comunicación de México y Colombia denunciando la represión». Pero la distancia le pesó: «fue horrible ver desde allá todo lo que estaba pasando».
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Arelis Uribe viajó a Nueva York en 2019 para cursar una Maestría en Escritura Creativa en la NYU. Foto: Yuwei Pan.
Para este año espera lanzar “Telepunga”, un libro de cuentos escritos hace una década con personajes cuyos conflictos existenciales son atravesados por la clase o las relaciones de poder. «Son historias hermanas de ‘Quiltras’, pero más crudas, violentas y crueles», adelanta sobre esta nueva obra que se publicará a través de la editorial Los Libros de la Mujer Rota, con la cual ya trabajó junto a su editora Claudia Apablaza en “Quiltras” y “Que Explote Todo”.
Con este material se encontró en su computador mientras trabajaba en un proyecto inédito. «Se trata de una crónica de largo aliento. Es todo lo que diré por ahora», menciona sobre este manuscrito que en broma llama «el póstumo».
Democratizar la palabra
Arelis Uribe ha impartido varios talleres de escritura. «Desde que decidí que la literatura era lo mío, hace diez años, me dedico exclusivamente a las letras”, asegura.
Gracias al Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio desde el año pasado realiza uno gratuito en Valparaíso. «Recibimos casi 200 postulaciones. Hay mucho material ahí afuera que está esperando ser visto por los ojos del mundo», reflexiona. Su metodología combina revisión de textos referenciales y retroalimentación grupal: «es un espacio donde cada cual enseña lo que sabe». Fueron parte en su versión anterior desde jóvenes sin formación académica hasta profesores y escritores en ciernes.
Este año, el taller se realizará los sábados en 15 sesiones entre mayo y agosto en el Parque Cultural de Valparaíso. La convocatoria para participar se encuentra abierta hasta el 28 de abril y es exclusiva para residentes del Gran Valparaíso. Para postular se debe enviar un manuscrito a editorialnegra@gmail.com, en los géneros narrativos de cuento, crónica o el capítulo de una novela. «Realizar talleres ha sido mi forma de generar ingresos y devolver lo aprendido», asegura.
Desde Valparaíso, una ciudad que eligió por el mar y la escena cultural, Arelis se siente decepcionada de la política institucional: «veo que muchos de los líderes sociales pasaron a ser parte de la clase política y ese mejor pasar por el que luchamos no llegó para todos”. Sobre el fallido proceso constitucional, reflexiona: «Nos dimos una vuelta para quedar donde mismo, con un par de pequeños cambios. Igual que en la vida, al menos quedaron aprendizajes».
En relación a la brecha de género en la escritura, celebra el auge de voces como Paulina Flores y Daniela Catrileo. «Me llena de satisfacción porque son escrituras que nacieron en los márgenes. Que ese tipo de ética y estética sea destacada a nivel nacional e internacional me parece una muy buena noticia. Espero que inspire a las autoras del futuro”, reflexiona.