Andrew Bargsted, actor de cine y TV: “El arte es un espacio de resistencia al individualismo extremo”

por Leonardo VásquezMay 22, 2025

El egresado de Teatro de la U. de Chile es uno de los exponentes más versátiles y comprometidos de su generación. Con una trayectoria que abarca diferentes formatos y géneros, ha demostrado su capacidad para encarnar personajes que reflejan las tensiones sociales de nuestro tiempo. En esta entrevista cuenta sobre su último rol protagónico y los papeles que lo han marcado en su carrera.

 

El trabajo del actor Andrew Bargsted provoca reflexión e invita al público a confrontar realidades incómodas pero necesarias.

El reciente estreno en cines de “Todos Somos Justos” (2024), dirigida por Carlos Leiva, marca un nuevo hito en su carrera. En esta película, interpreta a Luis, un profesor particular cuyo mundo se ve violentamente alterado cuando es testigo de un asalto en una lujosa casa donde hace clases. La cinta, filmada casi en su totalidad en planos secuencia, representó un verdadero desafío actoral.

En la película recientemente estrenada “Todos Somos Justos”, dirigida por Carlos Leiva, interpreta a Luis, un profesor particular cuyo mundo se ve alterado cuando es testigo de un asalto en una lujosa casa donde hace clases.

«Expone una situación límite y transmite una sensación de tiempo real. También pone en cuestión un choque entre clases sociales y, sobre todo, el concepto de justicia«, explica. “Hubo mucho ensayo con todos los actores y el equipo técnico, porque era una coreografía que nos involucraba a todos”, agrega.

La película trasciende el thriller psicológico para plantear preguntas incómodas sobre justicia, privilegio y violencia estructural. «Invita al espectador a que se pregunte sobre el tema, sobre qué es lo justo en esta situación y también en la sociedad en general”, destaca.

Vocación por las historias urgentes

La trayectoria de Bargsted revela una coherencia en su elección de proyectos. Desde sus primeras incursiones en el cine, mostró predilección por roles que abordan realidades marginadas. «Hay como una mezcla entre los papeles que me interesan y también los personajes que le llegan a uno”, puntualiza.

Sin embargo, expone: “en los últimos años han habido más producciones que han hablado sobre realidades marginadas, porque también, particularmente en el cine, ha habido un proceso de democratización con la apertura de nuevas escuelas y carreras universitarias. Esto ha permitido que personas que pertenecen a comunidades marginadas hablen en primera persona y puedan hacer proyectos«. Y menciona: «Más allá del personaje que uno interprete, creo que es importante siempre hablar sobre los márgenes, porque son esos discursos los que nos hacen preguntarnos sobre el status quo y salir de nuestras burbujas. Este tipo de proyectos incluso pueden incentivar transformaciones sociales«.

Su debut cinematográfico lo tuvo en “Nunca vas a estar solo” (2016), única película del reconocido músico nacional Álex Anwandter, donde interpreta a un joven víctima de violencia homofóbica, en una historia inspirada en el caso de Daniel Zamudio.

En «Mala Junta», dirigida por Claudia Huaiquimilla, hizo el papel de un adolescente que es enviado a vivir con su padre al sur para evitar entrar al SENAME y que desarrolla una amistad con un joven mapuche.

Luego interpretó a Tano en “Mala Junta” (2016), dirigida por Claudia Huaiquimilla, representando a un adolescente que es enviado a vivir con su padre al sur para evitar entrar al SENAME y que desarrolla una amistad con un joven mapuche. En este filme Bargsted mostró su capacidad para retratar la vulnerabilidad detrás de la rebeldía. “Fue muy sorpresiva y grata la recepción de esta película. A pesar de que se hizo con muy pocos recursos, todo el equipo detrás logró hacer un filme que caló bien profundo en un momento social y político particular».

En “Mis hermanos sueñan despiertos” (2021), también de Claudia Huaiquimilla, destacó su interpretación de un joven preso en una cárcel de menores. «Con esa película la gente queda muy afectada y se lleva una profunda reflexión a la casa. Llama a tomar acción. Surge la necesidad de hacer algo al respecto. Eso también es necesario, es un papel del arte», reflexiona.

Su versatilidad también se evidencia en comedias como “Wena Profe” (2017), “Bichos Raros” (2018), de TVN, o la telenovela “Como la Vida Misma” (2023) de Mega, demostrando que puede transitar sin problema entre formatos. «Lo más lindo de estos proyectos es la recepción del público. La gente te agradece por el personaje que estás haciendo, por la historia que estás contando. Las teleseries reúnen a las personas todavía, a pesar de la gran proliferación que existe de plataformas y de las redes sociales. Están en la idiosincrasia chilena”, afirma.

Su trabajo le ha llevado a ser elegido como Actor Revelación en los Premios Caleuche del 2018 y obtener el Premio Pedro Sienna en 2024 por su papel en “Mis Hermanos Sueñan Despiertos”. «Son siempre un cariñito al alma. Los Caleuche son un reconocimiento de los pares y el Pedro Sienna es de parte del mismo gremio audiovisual, lo que obviamente es muy gratificante”, señala. Y añade: “Me produce felicidad, gratitud y una alegría muy profunda sentir que los personajes que he interpretado le han hecho sentir cosas al público. Creo que ese es el objetivo de cualquier actor”.

La formación que lo acompaña

Bargsted ingresó a la Escuela de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile movido por la confluencia de disciplinas: literatura, cuerpo y pensamiento crítico. «Tengo los mejores recuerdos. En la Escuela uno podía experimentar mucho y equivocarse, donde la creatividad estaba a flor de piel en los pasillos y en las salas. Había una energía juvenil y artística muy movilizadora, era un espacio de encuentro y constantes intercambios. Es un lugar que es parte importantísima de mi carrera y de mi construcción como actor. Me acompaña hasta el día de hoy, ya sea a nivel técnico, así como también más humano«, afirma.

Para Bargsted, la Universidad de Chile también le inculcó una visión del arte como herramienta cívica. «Tiene el punto de vista del arte más ciudadano. Entender el arte como un elemento o como un engranaje de un sistema, que es la sociedad. También como resistencia al individualismo extremo que vivimos día a día en gran parte del mundo. Es una formación más social y pluralista, de libre pensamiento y humanista. Todos esos elementos son parte de la columna vertebral de mi concepción del arte«, sentencia.

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