A mediados de 2017, dos egresados de la Casa de Bello detectaron un problema que se daba en todas las organizaciones culturales: la falta de recursos humanos y materiales a la hora de producir una obra. De esta manera, decidieron pasar a la acción y crear una plataforma que combatiera este problema. Así nació la Plataforma de Impulso Escénico Digital (PIEL).
“Creamos esta organización porque detectamos que en Chile hay un vacío bastante grande respecto a los roles que deben cumplir los artistas, y eso finalmente va en desmedro de la creación artística en sí misma”, explica la licenciada en Arte de la Casa de Bello, Galide Moreno, una de las fundadoras del proyecto junto a Fernando Astorga, arquitecto de la U. de Chile.
Esta organización se dedica hace cinco años a apoyar, a través de gestión cultural, a organizaciones artísticas, con el objetivo de que ellas solo se dediquen a producir las obras. “Muchas veces el no tener la posibilidad de desarrollar todos esos roles o no tener profesionales suficientes hace que muchos artistas vayan dejando la producción artística en el camino y derechamente cambiándose de campo laboral”. Según explica, estos casos se dan principalmente en la danza y el teatro.
“En estos años, hemos trabajado con cerca de 30 colectivos y artistas, principalmente de regiones”, destaca Moreno, siendo este uno de los pilares del trabajo de PIEL. “Durante la pandemia, el Ministerio de las Culturas hizo un catastro de los agentes c
ulturales y detectó que los artistas de regiones tienen más dificultades para acceder a la gestión, acceder a financiamiento, auspicios y espacios de desarrollo cultural. Por eso, decidimos entregar nuestra plataforma a ese público, principalmente”, dice la fundadora de PIEL a Alumni UChile.
A través de charlas y talleres prácticos gratuitos han llegado a trabajadores culturales de todo Chile, como la Corporación Cortesa, instalada en el sur austral, y también con agrupaciones del Ñuble y la zona central de Chile. “La crisis que dejó la pandemia hizo que los artistas se reinventaran, pero también ha obligado a conectar con sus territorios y crear nuevas formas de colaboración. Eso antes no sucedía”, agrega.
“Esta crisis nos abrió los ojos, nos enseñó que las artes se tienen que vincular con las comunidades, las compañías empezaron a entender que si no van a las comunidades, no sobreviven. El arte siempre ha sido social, pero ahora lo tenemos que sacar de la institucionalidad”, puntualiza la alumni.
Nueva vitrina web
Bajo este mismo objetivo, la plataforma PIEL abrió una convocatoria a agrupaciones culturales de todo el país para formar parte de la nueva web, espacio que albergará como vitrina a proyectos que busquen difusión. “La idea es crear una gran plataforma donde artistas, gestores culturales, técnicos, iluminadores y todo el ecosistema de profesionales artísticos puedan estar ahí presentes para mostrar su trabajo y también comercializarlo. Lo pensamos como un catálogo de profesionales, con imágenes y videos relacionados a lo que hacen, que incluya también su contacto para contratarlos”, detalla Galide.
Esta gestión entrega herramientas de profesionalización del trabajo, como material audiovisual profesional y gestión de prensa, todo a través de los profesionales que componen PIEL. Las inscripciones están disponibles hasta el 31 de agosto en el sitio web de PIEL y a través de este formulario.