Abogada de la Universidad de Chile, directora de la fundación Datos Protegidos y recientemente reconocida como una de las 100 Mujeres Líderes 2024 por El Mercurio, se ha destacado como una figura clave en la promoción de la privacidad, la ciberseguridad y los derechos digitales en el país. En esta entrevista nos cuenta sobre su paso por la casa de estudios y trayectoria profesional.
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El paso de Jéssica Matus por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, en sus palabras, no solo le permitió adquirir una formación jurídica sólida, sino que también desarrollar una capacidad de análisis crítico que la preparó para los desafíos de un mundo en constante cambio.
Durante sus años de estudio participó en un proyecto de digitalización de archivos históricos en el Archivo Nacional, Esa experiencia, alejada de los tradicionales trabajos de procuraduría que realizan los estudiantes, le permitió ampliar su comprensión sobre la intersección entre el Derecho y la tecnología.
Sin embargo, uno de los momentos más determinantes en su carrera se dio en 2001, cuando cursó el taller de memoria “Garantías constitucionales afectadas por la Informática”, que le permitió descubrir la protección de datos personales como un derecho fundamental. En sus palabras, esto fue una revelación que transformaría su camino profesional. Su tesis de grado sobre la cesión de datos personales, publicada posteriormente en 2006 por la Editorial Lexis Nexis, fue el inicio de su especialización en este campo.
Al ser consultada sobre el origen de su interés en estas temáticas, cuenta que fue años después de egresar, en 2002, cuando la tecnología en sus palabras “no tenía el impacto transversal que vemos hoy en día y las redes sociales estaban aún por crearse”.
“Me interesé por la ciberseguridad y la violencia de género facilitada por las tecnologías al observar cómo el uso masivo de la tecnología abrió nuevos frentes de vulnerabilidad jurídica y de derechos fundamentales. En particular, me movilizó la falta de respuestas frente a fenómenos como la violencia de género digital”, asegura la abogada que en 2008 se especializó con un diplomado en Derecho Informático en la Universidad de Chile.
La vulneración de datos en Chile
Matus ha sido pionera en sensibilizar sobre la importancia de regular la tecnología desde un enfoque ético y jurídico. Para ella, las amenazas como el uso indebido de la inteligencia artificial y las brechas en la regulación de datos representan riesgos críticos, especialmente en Chile, donde el proyecto de ley de protección de datos lleva 17 años en tramitación.
La normativa actual, la Ley 19.628 sobre Protección de la Vida Privada, promulgada en 1999, ha quedado obsoleta frente a la rápida evolución tecnológica y las demandas de un entorno digital cada vez más complejo. El proyecto de ley busca justamente fortalecer los derechos de las personas sobre sus datos, establecer principios claros de tratamiento y exigir mayores responsabilidades a quienes gestionan información personal.
También propone la creación de una autoridad autónoma de protección de datos, la introducción de conceptos como el consentimiento explícito y el derecho al olvido, además de sanciones más severas para infracciones, alineándose con normativas internacionales como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea.
A pesar del desafío que ha sido introducir estos temas en el ámbito jurídico, en un país donde según ella “aún son percibidos como aspectos técnicos o secundarios”, Matus identifica oportunidades significativas. “Chile puede ser un referente en la creación de un marco jurídico inclusivo que garantice derechos digitales como la conectividad y la privacidad”, afirma.
Por su parte, la violencia de género a través de medios digitales es una problemática creciente que pone en riesgo la seguridad, privacidad y dignidad de las personas, especialmente de mujeres y niñas. Actos como la difusión no consentida de imágenes íntimas, el ciberacoso, la extorsión y la creación de perfiles falsos son formas de violencia que se amplifican con la masividad y permanencia del contenido en Internet.
“Ha sido gratificante contribuir a la sensibilización y formación en estas áreas, logrando que cada vez más personas y organizaciones entiendan su relevancia”, afirma.
Heroína de la privacidad
Con más de 20 años de experiencia profesional, Jéssica ha construido una carrera que abarca el sector público, privado y la sociedad civil. Ha liderado departamentos legales en roles como gerente legal de Marca Chile y jefa de división en los Ministerios de Justicia y DD.HH, Minería y el Instituto Nacional de Estadísticas, donde integró estrategias legales innovadoras para abordar desafíos tecnológicos.
En 2015, cofundó la Fundación Datos Protegidos, una organización sin fines de lucro dedicada a promover la privacidad y la seguridad de los datos. Más tarde, en 2020, se convirtió en cofundadora de la Internet Society Chile, una iniciativa que fomenta una Internet libre, abierta y colaborativa.
En el ámbito privado, su trabajo como consultora en Matus Legal la ha llevado a asesorar empresas y organismos en Chile y América Latina en el cumplimiento normativo de protección de datos y ciberseguridad. Ha liderado evaluaciones de impacto en privacidad de proyectos regionales y brindado formación a equipos de diversas organizaciones.
También la pasión de Jéssica por la educación se refleja en su rol como docente en diplomados sobre privacidad, ciberseguridad y tecnología en la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En 2022 condujo además el podcast “La Comunidad de los Datos”, un espacio dedicado a discutir temas de privacidad y ciberseguridad. Hoy es la directora jurídica en la nueva administración de la Municipalidad de Antofagasta.
Para Jéssica, los futuros abogados deben prepararse para un mundo jurídico transformado por la tecnología. Su principal consejo es que los estudiantes complementen su formación legal con conocimientos en tecnología, ética y derechos humanos.
“La curiosidad y el aprendizaje autodidacta son herramientas indispensables. Participen en seminarios, busquen recursos más allá de las salas de clases y construyan redes. Eso fue clave en mis primeros años y sigue siéndolo”, comparte. También resalta la importancia del pensamiento crítico y la capacidad de anticiparse a los problemas legales que surgirán.
Jéssica Matus es una abogada que no teme explorar nuevos horizontes. Desde sus primeros pasos en la Universidad de Chile hasta su liderazgo en ciberseguridad y derechos digitales, su carrera ha estado marcada por la innovación y el compromiso con construir un futuro más ético, seguro y equitativo en el mundo digital.